Nuestra educación no esta en su mejor momento por la situación actual de confinamiento, pero lejos de ver algún progreso, debemos motivar a nuestros hijos, sobre todo ahora que la educación es virtual.
Vivimos en una sociedad donde se menosprecia el valor de una buena educación, quizá sea porque no se nos inculcó de pequeños la idea de una vida mejor, crecimos sin aspiraciones, sim embargo, hoy en día, tener una preparación es indispensable para tener algo seguro en el campo laboral, por muy mínima que sea, debe ser de buena calidad, bien fundamentada, desde lo básico de español, un poco de matemáticas, hasta conocimientos básicos de computación, son vitales para aspirar un buen empleo, claro que la situación actual ha cambiado por completo la forma de aprender para los alumnos y la forma de enseñar para los maestros.
Ahora, las clases son virtuales, y cada quién en su casa debe apoyar a sus hijos para que aprendan lo más que se pueda, por que no es lo mismo ir a la escuela y tomar una clase normal, a estar en casa batallando con el hijo para que ponga atención a la pantalla del celular, tablet o laptop. Sobra decir que los esfuerzos por ambas partes se triplican, en el caso de los maestros, deben de adaptarse a las nuevas tecnologías para cumplir con su labor de enseñanza, desde el uso de programas gratitos que les facilitan dar su clase como Zoom, Google Meet, Microsoft Teams, este último de paga, algunas escuelas están implementando plataformas orientadas a escuelas virtuales, en fin, el hecho de mandarle material para que el hijo conteste en casa, no garantiza un aprendizaje de calidad, porque el profesor lejos de establecer fechas de entrega para sus trabajos o exámenes, se forza a los padres y los alumnos a darle más importancia a la entrega que al aprendizaje real por parte del estudiante.
En el caso de los niños, deben estar al cuidado de los papás, como se mencionó antes, pero ahora los padres deben hacerse un espacio para atender las clases de sus hijos, y si son más de dos hijos en casa, el esfuerzo es mucho mayor. No que más que seguir haciendo estos esfuerzos por el futuro de los niños que son quiénes lo necesitan más, en el caso de nivel primaria.
En el caso de los alumnos de nivel secundaria, lejos de la deserción escolar que ha aquejado a la población, muchos están desinteresados por la misma situación, otros toman sus clases, entregan sus trabajos, pero se aprecia un desinterés general, tomando en cuenta que la educación es una inversión para su futuro, se exhorta a los jóvenes a que sigan el camino de una buena educación, ya sea autodidacta o proporcionada por su maestro.
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